Ingredientes (4 personas)
2 pechugas de pollo deshuesadas
300 gr. de fresas
1 cebolla
1 zanahoria
Un poco de harina
Un chorro de vinagre (algo más de una cucharada)
1 cucharada de azúcar
Aceite, pimienta y sal
Elaboración
Después de salpimentar las pechugas, enrollarlas y sujetarlas con cordel de cocina o con palillos.
Pasarlas por un poco de harina, sacudir bien.
Freirlas a fuego vivo en una cazuela hasta que doren. Retirar y reservar.
Picar bien la cebolla y la zanahoria.
Pocharlas a fuego suave en el mismo aceite del pollo hasta que empiecen a dorar.
Agregar las pechugas, 1 vaso de agua, el vinagre y cocer un par de minutos a fuego vivo y otros 15 minutos a fuego suave.
Mientras, limpiar las fresas y partirlas en trocitos.
Echar las fresas al guiso, añadir una cucharada de azúcar y dejar cocer a fuego suave unos 10 minutos hasta que se disuelvan las fresas.
Cortar las pechugas en lonchas y servir con la salsa de fresas
Nota: La salsa se puede moler si se prefiere. Si las fresas son de calidad y están maduras (y no como las mías...) la salsa queda de un rojo brillante, y las pechugas quedan de color rojo vivo por fuera y blancas por dentro.
5 comentarios:
Teo, te prometí más carne y ahi la tienes. Vuelve a ser pollo...pero ya me pasaré otro día al cerdo o al conejo. Las vaquitas y los patos los quiero demasiado para comérmelos. Lo siento.
Por llevar la contraria te dire que lo que mas me ha llamado la atención del plato es el tema de las fresas. Tiene una pinta increíble el plato!
Las fresas? Bueno, Teo, es que ya no sé qué hacer para darle algún saborcillo a las cosas estas que fabrican en serie y que llaman "pollo"...
Comida sin sabor...es precisamente lo que adora la gente en el mundo (in)civilizado en el que vive Montse :)
Jo! Pues qué triste!
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